Fuente: El Espejo Gótico
Los gatos de Ulthar comienza diciéndonos que en dicha localidad, Ulthar, está prohibida la matanza de gatos. Esta medida tuvo que ser impuesta por las autoridades porque una extraña pareja de ancianos, que vivían en una sombría cabaña, se dedicaba a acabar con la vida de los gatos de los habitantes del pueblo.
Un día llegan a la población unos extraños viajeros, de los que se desconocía su origen y su destino, con unos carromatos decorados con extraños dibujos e inscripciones, que solían acampar, durante un par de días, en la plaza del pueblo. Solían realizar esta peculiar visita un par de veces al año.
En esta ocasión, junto a los viajeros se encuentra un niño pequeño huérfano de padre y madre. El niño tiene como inseparable compañía un gatito negro. El gato desaparece y el niño comienza a llorar desconsoladamente, a la misma vez que en las nubes del cielo comienzan a formar unas extrañas figuras que parecen llevar en la cabeza algo similar a un extraño tocado que porta el jefe de los viajeros.
Cuando los extraños viajeros se marchan, los habitantes de Ulthar se dan cuenta de que todos los gatos, todas sus mascotas, han desaparecido. La mayoría de la población piensa que se los han llevado los viajeros, como represalia por la pérdida del gatito del niño, aunque otros vecinos sospechan del matrimonio anciano, dados sus "antecedentes". Máxime cuando uno de los habitantes cuenta haber visto a una serie de gatos moviéndose en círculos, haciendo movimientos extraños, delante de la cabaña de los ancianos.
Al día siguiente los vecinos se llevan una grata sorpresa...¡todos los gatos del pueblo habían regresado a sus respectivos hogares! Sin embargo, los vecinos observan con verdadera extrañeza que estos, los gatos, no comen ni beben, se limitan a ronronear y a estar tumbados al sol.
Al cabo de una semana, los vecinos vuelven a darse cuenta de otra situación anómala, cuanto menos fuera de lo común, y es que hace varios días que no ven luces encendidas en la cabaña de los ancianos. Por lo tanto, armándose de valor, un grupo de ciudadanos decide acudir a la cabaña con la intención de averiguar si ha ocurrido algo...
Antes de facilitaros los enlaces donde podréis disfrutar de este interesante cuento, señalar, para aquellos de mis lectores que no les gusta el miedo o el horror, o el recargado estilo, en ocasiones, del autor, que este relato no contiene ninguna de las citadas características.
Podéis conocer la resolución del relato en:
Fuentes: El Espejo Gótico y Wikipedia
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