El Monje, Matthew G. Lewis

 

Portada de "El Monje", del escritor británico Matthew G. Lewis, edición de El Club Diógenes, Valdemar


FICHA TÉCNICA


Autor: Matthew G. Lewis

Editorial: Valdemar (El Club Diógenes)

Páginas: 501

ISBN: 9788477026853

Formatos:  Tapa dura 


COMENTARIO

Matthew Gregory Lewis (Londres, 9 de julio de 1775 - Monterrey, 14 de mayo de 1818) fue un escritor, dramaturgo y diputado británico.

Se educó en Oxford y en su juventud recorrió Francia y Alemania, donde quedó impresionado con la obra de Goethe. En 1812, tras la muerte de su padre, se hizo cargo de las posesiones de este en Jamaica. Cuando regresa a Inglaterra coincide con sus amigos Lord Byron, John William Polidori, Mary Shelley y Percy Shelley. 

Murió de fiebre amarilla, en 1818, en un viaje de regreso a Europa, en alta mar.

Se hizo muy conocido y popular entre los británicos con su primera obra, "El Monje" (The Monk), que, aunque muy bien acogida por la población, fue muy criticada entre los intelectuales británicos por obscena, lo que le obligó a "dulcificar" la segunda edición de 1798, publicada cuando ya era miembro del Parlamento.
El Monje, publicada por primera vez en 1796, fue escrita por Lewis antes de cumplir los veinte años, y tardó solo diez semanas en escribirla.

Está considerada como una de las obras precursoras del género de la novela gótica, siendo, también, una de las más transgresoras y escabrosas; especialmente por mostrar a un sacerdote como villano.

Otro de los motivos que hicieron a la obra merecedora de estas consideraciones es la aparición, en la misma, de elementos que rompían con el puritanismo y la consideración moral de la época, como eran las violaciones, los pactos demoníacos o el incesto.

La obra ha recibido numerosas críticas y comentarios sobre su crudeza y carencia de profundidad, pese a ello, ha pasado a ser una de las novelas más populares del período del romanticismo.

Ha de tenerse en cuenta que fue escrita por un joven, todavía incipiente, escritor imbuido en el ambiente anticatólico de su época, y por la rivalidad existente entre las potencias de España e Inglaterra.

Portada original de la obra "El Monje", del escritor británico Matthew G. Lewis



Tengo que decir que al iniciar la lectura de esta novela, habiendo llegado, incluso, hasta la mitad de la misma, pensé que me estaba encontrando con un caso de novela sobrevalorada. Había leído y oído mucho sobre ella, está ampliamente reseñada y comentada tanto en formato de vídeo como en blogs, y todo el mundo no solo habla muy bien de ella, si no que la postulan como una de las obras maestras del género gótico, del que fue, como comentaba al inicio de la reseña, una de sus precursoras.

Por otra parte, no comentaré mucho en esta ocasión, porque resulta un tanto difícil hablar sobre el argumento sin realizar algún spoiler. Prefiero que si alguno de vosotros teníais pensado leer esta novela, o quizás os ha llamado la atención esta reseña, la descubráis sin apenas información sobre la trama.

Dicho esto, la novela me ha terminado gustando mucho. A partir del momento en que el protagonista principal, nuestro sacerdote, ha sufrido ese cambio en su personalidad, en sus convicciones y, en consecuencia, comienza a actuar del modo que lo hace, esa metamorfosis en definitiva, la novela gana muchísimo en interés.

Me ha llamado mucho la atención que los pasajes donde se describen las actuaciones del sacerdote, una vez transformado, permitirme el término, son tan elocuentes y descriptivas casi como lo que estamos acostumbrados a ver o leer en pleno siglo XXI, todo ello a pesar del lenguaje utilizado en la época de creación de la novela.

Quiero decir, la novela fue escrita en pleno siglo XVIII. Lo más habitual es que obras de esta época, incluso posteriores, tengan un lenguaje algo recargado, con términos ya en desuso, lo cual las convierte, en ocasiones, en obras difíciles de leer. 

Sin embargo, en la novela que nos ocupa, no solo esto no es así en términos generales, sino que, como decía, las acciones perpetradas por el protagonista están descritas de una forma que suenan, en nuestra cabeza, como de una época mucho más reciente. Creo que este pudo ser uno de los motivos que hicieron que esta obra fuera acogida de una manera tan negativa, y provocara tanto escándalo, entre la alta sociedad de la época.

Para finalizar quería comentar, precisamente, el final de la novela. Me ha encantado y me ha parecido muy original. El autor emplea un recurso, vuelvo a repetir, más propio de los autores de thrillers actuales. No puedo decir nada más.

Coincido con todo lo que había leído y escuchado sobre la novela, en el sentido de que puede ser un imprescindible para los amantes del género, además de por ser uno de los pilares del mismo. 

Muy recomendada también para los que gusten de obras clásicas que traten temas de intrigas con tensión de que va a ir sucediendo. En definitiva, podríamos decir que, curiosamente, es un thriller del siglo XVIII.


4 comentarios:

  1. ¡Hola, Antonio! Estupenda reseña de esta obra que algunos autores la catalogan dentro de la prehistoria de la novela policíaca y negrocriminal. Una lectura muy recomendable y que, viendo lo que comentas, demuestra que esto de la censura moralista no es solo un problema de hoy día, sino que a lo largo de la historia siempre ha habido guardianes de las buenas costumbres con tijeras en la mano. Me encantó que nos la hayas recordado con esta entrada. Un abrazo!

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    1. Muchas gracias David. Me ha gustado mucho tu comentario, como de costumbre.
      Un abrazo!

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  2. Dices que el autor publicó dos versiones. ¿Ambas han llegado hasta nuestros días?

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    1. Hasta donde yo sé, no. Solo la "dulcificada" dos años después de la original.

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