La picadura del escorpión
Afrontamos el VadeReto correspondiente al mes de julio, organizado y propuesto por José Antonio Sánchez en su blog Acervo de letras.
El protagonista del reto de este calurosísimo mes es "el tatuaje", con estos calores que estamos sufriendo prácticamente en todo el país...hasta los tatuajes van a derretirse como esto siga así.
La premisa de los relatos propuestos debe ajustarse a la presencia de uno o varios tatuajes que tengan cierta influencia en los mismos.
Os dejo con mi propuesta, espero que os guste:
LA PICADURA DEL ESCORPIÓN
El hombre sentado al final del vagón del metro de Nueva York, en la línea que conectaba el bajo Manhattan con Riverdale, extrajo del bolsillo de su americana un pequeño estuche e ingirió, acompañado de un breve y último trago de agua, la cápsula de cianuro que había en su interior.
Había llegado el momento, ese momento no deseado pero para el que había sido advertido e instruido durante muchísimo tiempo. No era el primero al que le llegaba ese momento, posiblemente no sería el último, claro que eso él ya no lo sabría nunca.
A esas horas de la noche el vagón estaba casi vacío, unas pocas personas aquí y allá, de lo más variopintas, razas, edades, aspectos...lo normal en una ciudad tan cosmopolita como la neoyorkina. Todo normal. Posiblemente la mayoría regresaba a casa después de finalizada su jornada de trabajo, como le ocurría a él.
Sin embargo, no todo era completamente normal. En el otro extremo del vagón, una chica joven, vestida con unos vaqueros y una camiseta negra de algún grupo musical de moda, llevaba la mayor parte del viaje fijándose en él. Desde luego no iba a ser tan ingenuo de pensar que la chica tenía algún interés en ligar con él, era una situación absurda en si misma, por lo que pronto comenzó a sentir cierta inquietud, hasta que llegó el momento.
La chica se puso de pie, apoyándose en el fondo del vagón, sin dejar de mirarlo, y giró su mano izquierda introduciendo parte de ella en su bolsillo de tal forma que él supiera que había llegado el momento. Ahí estaba la imagen sobre las que tantas veces había sido advertido...ahí estaba el tatuaje del escorpión.
El hombre era uno de los científicos más reputados del mundo en su campo, pertenecía a un selecto grupo de variados especialistas, reclutados por todo el planeta, que trabajaban en secreto para intentar conseguir revertir toda la serie de fenómenos, desastres y acontecimientos que se estaban produciendo desde hace décadas, con el fin de evitar el colapso y la destrucción de nuestro planeta.
Trabajaban en diversos países del mundo de una forma absolutamente discreta, en el más estricto anonimato, ni siquiera podían tener familia para evitar cualquier tipo de filtración. La primera advertencia que recibían, previa a su integración en la Organización de forma definitiva, y que tenían que estar dispuestos a asumir, era la posible llegada de el momento.
Desde luego, los intereses económicos, a nivel mundial, que se encuentran detrás de la mayoría de actividades causantes de la degradación y destrucción de nuestro planeta, son muy amplios y poderosos. Multitud de "lobbies" legales, semilegales, o directamente ilegales, no están dispuestos a que esas actividades y actuaciones sean alteradas en lo más mínimo.
Es por ello que a los integrantes de la Organización se les hacía saber que por mucha discreción que llevasen respecto a su trabajo, y a su vida profesional y personal, los tentáculos de sus enemigos son numerosos y de gran alcance. Pudiera ser que, en un momento dado, fueran descubiertos.
Entonces, según el modus operandi utilizado, la persona descubierta recibiría una señal de que había sido localizada. Se le mostraría la imagen de un escorpión tatuado. A partir de ese momento se aconsejaba utilizar el pequeño estuche que todos los miembros llevaban consigo las veinticuatro horas del día.
De lo contrario...serían secuestrados y torturados de las formas más crueles posibles con el fin de que facilitaran toda la información que supieran respecto a la Organización y a su propio trabajo.
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Hola, Antonio.
ResponderEliminarInteresantísimo relato y una forma muy original de usar el simbolismo del tatuaje.
La verdad es que la trama subyacente está sobre la mesa y nuestro "loco" tiempo y muchas de las cosas "imposibles" que nos suceden y sucederán, pueden tener otros orígenes que los, simplemente, naturales. Quién sabe.
Ese método de eludir los suplicios que puedan serle administrados es extremadamente eficaz; al menos, él decide cuándo, dónde y cómo. Aquí no hay píldoras azul o roja; solo morir o sufrir.
Estupendo relato que pone sobre la mesa nuestra capacidad de decisión y el sacrificio que algunos todavía están en disposición de hacer por el futuro y el planeta.
Enhorabuena.
Muchas gracias por traerlo al VadeReto.
Un Abrazo.
Gracias José Antonio. Siempre es para mi un placer participar en el VadeReto. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn abrazo!
Hola Antonio, un relato muy bueno, muy sugerente. Muy bien usado el elemento "tatuaje" con esa sutil forma de avisar que es el momento de tomar el cianuro antes de que lleguen los atormentadores. Se puede leer entre líneas el gran conflicto en juego, un gran tema sin duda. Muy buena forma de resolver el reto. Saludos.
ResponderEliminarMuchas gracias Ana! Gracias por tu análisis.
EliminarUn saludo.
Hola Antonio, y yo pensando todo el relato que el cianuro era para la chica... Qué sorpresón final, pero claro con ese tatuaje tan horrendo y encima ahí en la mano no se podía esperar otra cosa. Muy bien narrado y bien usado el tema que propuso José Antonio.
ResponderEliminarUn abrazo. :)
Gracias Merche! Me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn abrazo!
Me encanta, he venido siguiendo la pista de esas organizaciones secretas que existen en las tinieblas de los tiempos y que poco a poco van interviniendo en la historia de la humanidad. Ya con este dato se que tienen ese tatuaje, alguien me dijo que eran arañas, pero con lo que indicas ya me sera mas facil identificarlos. Prestare mas atencion a las manos de la gente la próxima vez.
ResponderEliminarGracias Jose por tu visita y el comentario.
EliminarUn saludo!
¡Hola, Antonio! Un relato atrapante con el que reinventas aquella práctica del diente falso con cianuro que hemos visto en las pelis. La verdad es que me has dejado pensando en esos científicos. Un grupo que es capaz de comprometerse con una causa al punto de sacrificar su vida por ella no deja de asemejarse bastante a una secta, a un colectivo de creyentes en una causa y, como tal, un arma de doble filo. De hecho, tu relato viene a mostrar algo que en este mundo postmoderno parece ocultarse. Y es que la Ciencia es una cosa, y los científicos, otras. Pensamos que por ser científicos son honestos, racionales y prácticos, cuando en realidad son tan humanos como cualquiera. Es por ello que también son influidos por intereses económicos e ideológicos. Algo que siempre me inquietó, dado a lo que tienen acceso y el peligro potencial que puede suponer para la humanidad. Pero eso ya forma parte de mi conspiranoia, ja, ja, ja... Un abrazo!!
ResponderEliminarInteresante análisis David, como de costumbre. Gracias por la visita y el comentario.
EliminarUn abrazo!
Más real de lo que pensamos. Todo obedece a un oscuro mundo de intereses creados.
ResponderEliminarGracias por tu visita y el comentario. Saludos!
EliminarLos escorpiones siempre son inquietantes pero en este caso la visión del tatuaje de ellos es sencillamente mortal! Muy comprometidos esos científicos con la causa, lástima que en nuestros tiempos y realidad, junto con ciertos intereses, no les permita serlo tanto! Un abrazote!
ResponderEliminarGracias Marifelita por tu visita y el comentario. Siempre es un placer tenerte por aquí.
EliminarUn abrazo!
Hola, Antonio. Me ha gustado la historia y como has incluido el tatuaje. Todo muy intrigante e interesante. También muy acertada la fotografia que acompaña a la entrada de este relato.
ResponderEliminarGracias de la Flor. Me alegro de que te haya gustado.
EliminarUn saludo!
Hola Antonio.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho la forma en que nos presentas el reto de este mes. Por un momento, pensé que la chica tenía un tatuaje de un escorpión porque le gustaba y no tenía nada que ver con la organización ni con la señal para que ejecutara su auto-sacrificio.
Tal vez, a estas alturas de la vida, me parece muy difícil que alguien tome una decisión así por un fin tan noble. Es que los científicos, aunque no nos demos cuenta (porque asusta), también son humanos y proclives a caer en tentaciones.
¡Muy buena historia! Y ¡muy buena foto! Felicitaciones.
Un saludo de Marlen.
Gracias Marlen, por tu visita y el interesante comentario. Efectivamente, hoy día, en el mundo real, no creo que haya científicos que actúen de esa manera tan "radical". Pero como estamos escribiendo ficción le he querido dar ese "toque" de heroísmo.
EliminarUn saludo.
Tu relato plantea la posibilidad esperanzadora de que exista un colectivo que reaccione contra el poder establecido y proyecta de forma transparente la inquietante amenaza que ejerce el poder sobre nuestro mundo. Enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias Marcos, por tu visita y por tu amable comentario.
EliminarUn saludo!
No dejan de sorprender tus relatos, Antonio. Tienes la capacidad de desarrollar tus historias enganchando a quienes las leemos sin poder apartar la mirada hasta el final. Enhorabuena.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo :-)
Gracias Miguel Ángel! Es todo un halago para mi. Ese es mi objetivo, que al menos os gusten y entretengan.
EliminarUn abrazo!
Demasiado sacrificio... y no me refiero al suicidio, me refiero a la vida, sin familia, sin amigos, aislado... Todo el que quiere aislarte, quiere joderte ( no sé si es exactamente así el refran, ni siquiera que sea un refrán). de la historia, leyendo entre lineas deduzco que los que te mandan suicidarte son los mismos que te encargaron el trabajo, y los mismos que te iban a torturar. Ya no les isrves y sabes mucho. Es el epítome del acuerdo de confidencialidad.
ResponderEliminarTu has vivido en Nueva York? que te conoces tan bien sus calles y metros
Abrazoo antonio
Empezando por el final, para nada, pero no me hubiera importado vivir allí. Lo que ocurre es que "como buen escritor", jejeje, intento documentarme bien, incluso para los relatos. En cuanto al argumento, lo que pretendo contar, lo mismo no me ha salido muy bien, es que el pertenece a una organización, cuyo ingreso fue voluntario así como la aceptación de las normas a seguir, incluido el suicidio si llega a ser descubierto (recordemos que estamos en ficción). Y por otra parte, los que quieren eliminarlos, no son los mismos, es otra organización diferente, la de "los malos".
EliminarGracias por la visita y el comentario.
Un abrazo!