84, Charing Cross Road, Helene Hanff

 

Portada de la novela "84, Charing Cross Road" de la escritora estadounidense Helene Hanff, publicada por la editorial Anagrama



FICHA TÉCNICA


Autora: Helene Hanff

Traducción: Javier Calzada

Editorial: Anagrama (Colección Compactos)

Páginas: 126

ISBN: 9788433960160

Formato: Tapa blanda 


COMENTARIO

Helene Hanff (Filadelfia, 15 de abril de 1916 - Nueva York, 9 de abril de 1997) fue una escritora, guionista y novelista estadounidense cuya carrera literaria no tuvo ningún éxito salvo la obra que nos ocupa, que al haber tenido mucha más repercusión una vez fallecida, no le reportó grandes beneficios económicos.

Trabajó como publicista y escribió varias obras de teatro que, aun siendo del agrado de algunos productores de Broadway, por alguna razón nunca llegaron a ver la luz. Escribió y editó escritos de una gran variedad de dramas televisivos, decayendo su trabajo paulatinamente, terminando trabajando para revistas.

84, Charing Cross Road, publicado en 1970, es una compilación de la correspondencia mantenida, durante veinte años, entre la autora y, fundamentalmente, Frank Doel, a la sazón Jefe de Compras de la librería Marks & Co., situada en esa misma dirección de la ciudad de Londres.

Se trata de una obra muy conocida entre los lectores en general y, especialmente, entre los que les gustan los libros que traten sobre libros, como es mi caso. En este sentido, si se hace una consulta o se piden recomendaciones de libros sobre libros, entre los resultados o las sugerencias recibidas casi siempre aparecerá, entre las tres primeras posiciones, esta novela.

La autora es una amante de la literatura clásica y tiene muchas dificultades para, en la ciudad en la que vive, Nueva York, acceder a los libros que a ella le interesan. Un día descubre el anuncio de la librería Marks & Co., en Londres, especializada en libros antiguos y de segunda mano, por lo que decide escribirles una primera carta el 5 de octubre de 1949, aportándoles una lista de los libros en los que estaría interesada.

Comienza entonces una correspondencia epistolar, en ambos sentidos, que durará la friolera de veinte años exactos, hasta octubre de 1969. En un principio, el señor Frank Doel será el encargado de contestar a los requerimientos de la autora, de una forma estrictamente comercial, más si cabe teniendo en cuenta las estrictas formalidades que se utilizaban en la época. De hecho, cuando ya se habían intercambiado numerosas misivas, es la propia autora, con un carácter mucho más jovial y desenfadado que el señor Doel, quien le propone que se dejen de tantos formulismos y, al menos, comiencen a tratarse por su nombre de pila.

En un principio el envío de cartas, en ambos sentidos, es más continuo; con el paso de los años este se va haciendo algo más espaciado. Sin embargo, las relaciones sufren el efecto contrario. La autora no solo irá conociendo más a los distintos empleados de la librería sino que, especialmente con la familia de Doel, irá creando un vínculo de auténtica amistad, con su mujer Nora y sus hijas.

Esta estrecha relación se incrementará más, si cabe, por el continuo envío de ayuda material, en forma de alimentos principalmente, que la autora irá realizando a los miembros de la librería. Recién acabada la Segunda Guerra Mundial la situación en Inglaterra es muy precaria debido a la falta de suministros y necesidades básicas. Helen, a pesar de malvivir con el escaso dinero que gana con sus guiones, todavía puede enviar, de vez en cuando, carne enlatada y huevos en polvo, por ejemplo.

Además de su amor por los libros antiguos, Helen tiene oro ferviente deseo que le gustaría poder vivir algún día, visitar Londres para poder ver y pisar los lugares descritos maravillosamente en esas obras que guarda como un auténtico tesoro. Sin embargo, por unas circunstancias o por otras, este deseo de viajar tendrá que ir retrasándose en el tiempo, a pesar que desde Inglaterra la familia Doel siempre está alentándola para que se decida a realizar ese viaje soñado...(no digo más por no caer en un pequeño spoiler).

Es la primera novela epistolar que leo, en este caso cien por cien epistolar. Es una obra que se lee como agua (como suelen decir, al otro lado del charco, algunos booktubers mexicanos y argentinos que sigo habitualmente) dada su corta extensión. 

Cuando había leído casi la mitad de la novela, aproximadamente, tuve la sensación de sentirme un poco defraudado. Me esperaba más u otra cosa diferente. Quizás el haber leído y escuchado tanto sobre la novela, como comentaba al inicio de la entrada, me había creado unas expectativas muy altas. 

Afortunadamente, al finalizar la lectura esta sensación desapareció y me quedó una sensación bastante positiva. Me ha gustado. No es una de las mejores obras que uno vaya a leer en su vida, al menos en mi opinión, pero es una obra muy interesante una vez que buceamos por debajo del mero intercambio de correspondencia.

El final, del que no he querido hablar por si alguno os animáis a leerla (cosa que recomiendo), aunque se que muchos ya la habréis leído, tiene cierto regusto agridulce, lo que me satisface mucho ya que me gustan las novelas, incluso las películas, que no terminan siendo todo color de rosa.



7 comentarios:

  1. La leí hace unos cuantos años. Me parece una hermosa defensa de las viejas librerías y todo ese mundo amenazado por la galaxia digital. Como amante y profesional de los libros me resulta fascinante esa mezcla de literatura y biografia quizás un poco idealizada.
    Saludos

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  2. Hola, Antonio!
    A mí sí me gustó mucho. Quizá porque nada más oír hablar de ella me la leí en un suspiro (o como el agua) y me gustó saber que aquello era real, que no había una intención detrás más que la de la propia correspondencia entre ambos protagonistas. La forma de ser de ella y de él, su relación, me enamoraron.
    También es cierto que ha ido adquiriendo un halo de prestigio que puede hinchar las expectativas, pero como decía antes, yo no las tenía tan elevadas al leerla y sí me siento algo culpable por haber hinchado las de otros a través de mi comentarios en mi canal, porque la puse por las nubes.
    En fin, un abrazazo!

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    1. Hola César! Se me olvidó comentarlo en la entrada, hace dos noches me vi la adaptación cinematográfica que se hizo, titulada "La Carta Final", con Anne Bancroft y Anthony Hopskins como protagonistas. Muy buena adaptación, totalmente fiel a la novela.
      Un abrazo!

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    2. Sí!!! La vi justo después de leerla en Filmin. Me gustó mucho Anne Bancroft y su Helen Hanff

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  3. Hola, Antonio
    Es de esas obras que tengo pendiente de leer, así como de ver la película que hicieron sobre ella. Espero encontrar hueco para entrar en ella.
    Un fuerte abrazo :-)

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    1. Hola Miguel Ángel,
      Pues la obra se lee en dos ratitos, por lo que este verano, entre ola de calor y ola de calor, seguro que le encuentras un huequito. La película la vi al poco de terminar la lectura y me gustó, es una adaptación totalmente fiel a lo que se desarrolla en la novela.
      Un abrazo!

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