El auge de la bosta de vaca, Damon Knight

 Damon Knight (19 de septiembre de 1922, Baker, Estados Unidos - 15 de abril de 2002, Eugene, Estados Unidos) fue un escritor, editor y crítico de ciencia ficción. 

Publicó su primera historia en 1941 en el marco de revistas y magazines. Destacó en el relato corto, siendo uno de sus relatos más conocidos "Servir al hombre"

Preocupado por profesionalizar el género fundó, en 1965, la SFWA, Asociación de escritores de ciencia ficción y fantasía de Estados Unidos, de la que fue presidente durante dos años.

Entre otros galardones posee un premio Hugo y fue elegido Gran Maestro en 1994. En el año 2002, tras su muerte, la SFWA decidió renombrar en su honor el premio Gran Maestro, que en la actualidad se denomina Gran Maestro Damon Knight Memorial.

Se le puede considerar, sin duda, una de las personas que contribuyeron a la creación de la ciencia ficción moderna.

Damon Knight, escritor estadounidense padre de la ciencia ficción moderna


El auge de la bosta de vaca es un relato de ciencia ficción con un elevadísimo toque humorístico.

El matrimonio Crawford tiene una pequeña cafetería en el borde de una de las infinitas carreteras secundarias que serpentean por el vasto territorio de los Estados Unidos, realmente podemos presuponer que se trata de este país, aunque no se cita en ningún momento, si bien la acción podría discurrir, perfectamente, en cualquier otro país anglosajón, debido principalmente al nombre de los protagonistas.

Junto a la cafetería, el matrimonio también tiene un puesto de venta de souvenirs y, detrás de las citadas instalaciones, un pastizal con algunas vacas.

Un reluciente automóvil, propulsado por turbinas, se detiene delante del puesto. En el viajan dos extraterrestres llamados "hercus", debido a su procedencia. Tienen unas determinadas características físicas, por lo demás se comportan igual que cualquier humano. 

Los habitantes del país están acostumbrados a su presencia, llevan un tiempo conviviendo con los humanos gracias a que el gobierno permitió su llegada masiva, bien como turistas, bien como estudiantes de Sociología, ya que esto le reporte interesantes beneficios económicos.

El conductor entra en el puesto y es atendido por el señor Crawford. En un momento dado el extraterrestre se fija en una cosa que hay en el suelo y pregunta de que se trata. Crawford le dice que es una bosta y le pide disculpas ya que, seguramente, alguna de sus vacas la habría dejado ahí.

El extraterrestre se siente atraído por la bosta y se empeña en pagar al señor Crawford por ella. Se la compra por un cuarto de dólar y se marcha, dejando al matrimonio Crawford estupefactos.

Este episodio se repetirá constantemente, dándose cuenta el señor Crawford de que puede ir aumentando paulatinamente el precio de las bostas, dada la gran demanda producida. De este modo el negocio irá prosperando, los Crawford irán aumentando el número de vacas en propiedad, tendrán empleados, y venderán distintas variedades de bostas.

Pero pasado un tiempo, los extraterrestres dejan de comprar las bostas, ahora se limitan a parar en el puesto, a hacer unas fotografías del mismo, y marcharse sin comprar nada. Eso le dice uno de los empleados al señor Crawford, el cual le ordena que rebaje los precios de las bostas para, aunque sea, ir vendiéndolas de cualquier manera. Además, los Crawford se encuentran presionados por el banco debido a los préstamos concedidos.

El último extraterrestre que entró en el puesto, para la consabida fotografía, les anunció que se marchaban todos...para no regresar jamás.

Los Crawford estaban sumidos en una gran desesperación cuando un automóvil se detiene junto al puesto. Se trataba de una nueva raza de extraterrestres, con características muy diferentes a los anteriores. Uno de ellos entra en el puesto y es atendido por el señor Crawford con renovado entusiasmo.

Sin embargo, al extraterrestre le llama la atención algo que se encuentra en el suelo (ya os adelanto que no se trata de una bosta) y pregunta por ello...

Podría seguir contando pero prefiero que descubráis el final vosotros mismos. Merece mucho la pena pues se trata de un cuento muy original, además de divertido.

Me ha parecido genial la idea de la naturalidad con la que los habitantes del país conviven con estos lejanos turistas, gracias a las políticas gubernamentales, así como de los gustos que tienen estos seres a la hora de realizar sus compras.

No perdáis la ocasión de leerlo, o escucharlo, porque no os va a ocupar demasiado tiempo y vais a pasar un rato muy agradable y divertido.

P.D.: Pensaba aclarar al final, por si alguien no lo sabe, que son las bostas...pero prefiero que lo descubráis también en el relato.


Podéis encontrar el relato en:





8 comentarios:

  1. ¡Hola Antonio! Me he quedado sorprendida con este cuento, por su humor tan irónico y divertido y, como dices, el hecho de la naturalidad de estar con extraterrestes y que encima estos se dediquen a comprar..., bueno, ya sabes. ¡Sorprendente! Tengo que leerlo para ver qué pasa al final, porque con tanta... no sé qué hará con ella... jajajajaj Al autor no lo conocía. Gracias por la info. Un abrazo. :)

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    1. Hola Merche, me alegro de que te haya gustado tanto como a mi, la verdad es que es muy divertido. Ya verás como el final también te gusta. Gracias por pasarte y comentar.
      Un abrazo!

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  2. Hola Antonio, muy interesante lo que platicas acerca de este autor. El cuento promete, así que lo voy a agregar a mi lista de lecturas, muchas gracias por la recomendación. Saludos.

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    1. Gracias a ti, Ana, por pasarte y comentar. El cuento es muy divertido, ya verás como te gusta, o al menos eso espero. Un saludo!

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  3. Qué razón tienes en todo lo que dices de esta historia, Antonio.
    Leer tu publicación y después el relato ha sido una experiencia curiosa e interesante. Esos extraterrestres tan normales sorprenden más por sus gustos que por su presencia.
    Un fuerte abrazo :-)

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    1. Gracias por tu comentario Miguel Ángel. La verdad es que es un relato delicioso de leer, con estos protagonistas tan entrañables.
      Un abrazo!

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  4. Gracias por presentarnos este autor que no conocía. Me ha hecho mucha gracia que llegaran como turistas o estudiantes. Igual algún día...
    Aplausos

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    1. La verdad es que el relato es desternillante, muy divertido. Quizás algún día, efectivamente, pero que se den prisa porque al ritmo que vamos veremos a ver si les queda planeta que visitar, desgraciadamente.
      Un saludo!

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