Dagón, H.P. Lovecraft
Dagón es un relato de terror del escritor estadounidense Howard Phillips Lovecraft, creado en julio de 1917 y publicado en la edición de noviembre de 1919 de la revista The Vagrant. Posteriormente sería reeditado por Arkham House en la antología de 1939 "El extraño y otros", así como en la colección de 1959 "La habitación cerrada y otras piezas".
Aunque el relato es parte del ciclo de "los mitos de Cthulhu", también se considera su inclusión en el denominado "Ciclo Onírico". No en vano, según el autor, el argumento principal le fue sugerido en un sueño.
Dagón es una de las primeras obras maduras del autor, una historia que presagia todos los conceptos característicos del escritor, y peculiaridades estilísticas que más tarde se podrán encontrar en los Mitos de Cthulhu.
En 1923, el propio Lovecraft afirmaba que apenas había podido igualar a "Dagón". Si bien muchas de sus historias posteriores muestran a un autor más hábil, este esfuerzo temprano manifiesta todos los elementos que el autor de Providence consideraba esenciales para el cuento extraño.
El relato comienza con la voz de un narrador que se encuentra recluido en un ático de la ciudad, pasando por un momento muy delicado. Se le han agotado las reservas de morfina, que suele tomar regularmente, y se dispone a dejar por escrito, de forma apresurada, la historia de la cual fue, muy a su pesar, protagonista.
En los albores de la Primera Guerra Mundial se encontraba embarcado, con la categoría de oficial, en un buque de la marina estadounidense. Navegando por el Pacífico fueron atacados por navíos alemanes convirtiéndose en prisioneros.
Sin embargo, a los pocos días, debido a la desorganización de sus captores alemanes, consigue escapar del barco echándose a la mar en un pequeño bote. Tiene la intención de que pueda ser visto por algún barco que lo auxilie.
Para su infortunio, este hecho no llega a producirse. Sin embargo, en un momento dado despierta y se da cuenta de que ha arribado a una isla que se encuentra en medio del océano. Lo primero que percibe es que se encuentra tirado, a pocos metros de su bote, en un terreno blandengue y putrefacto, viscoso, como si se tratara de una especie de barro muy oscuro. Pronto se da cuenta de que se trata de miles de peces y otros organismos muertos, que se extienden, creando suaves ondulaciones, hasta más allá de donde alcanza su vista.
Cuando el asqueroso suelo alcanza una consistencia algo más solida, comienza a caminar con el fin de encontrar algo o alguien que le pueda servir de auxilio. Una vez en camino divisa, a mucha distancia, lo que parece ser una ondulación del terreno, una pequeña colina. Hacia ella dirigirá sus pasos.
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Manuscrito original mecanografiado |
Una vez alcanzada la cima de la colina, el protagonista descubre a sus pies un inmenso cañón en cuya profundidad no llegaba la luz. Parecía una tarea imposible su descenso, en un principio, pero se da cuenta de que ciertos accidentes geográficos le permitirán descender.Cuando ya se encuentra abajo, al borde de la superficie del agua, descubrirá un extraño monolito repleto de figuras talladas en el mismo. Se trata de figuras y representaciones de distintos tipos de peces y otras criaturas marinas.
En un momento dado, comienza a notar unas pequeñas ondulaciones en la superficie del agua...
El final, como de costumbre, tendréis que disfrutarlo escuchando o leyendo el relato utilizando cualquiera de los enlaces que aparecen a continuación:
Podcast Noviembre Nocturno
Ciudad Seva (casa digital del escritor Luis López Nieves)
El espejo gótico
Elejandría (previa descarga gratuita)
Fuente: El espejo gótico.
Hola Antonio, buena reseña, nos dejas, como siempre, con ganas de más (de eso se trata en las reseñas, claro). Gracias por la info. Un abrazo. :)
ResponderEliminarHola Merche. Así es, en este caso he contado hasta donde ya no podía más, si no quería desvelar lo más importante del relato. Gracias por pasarte y comentar.
EliminarUn abrazo!
Cierto que es uno de los cuentos mejor logrados de H. P. Lovecraft, pero siempre queda a la sombra de los demás.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Gracias por la visita y el comentario. Hay que tener en cuenta que es uno de sus cuentos más tempranos, es lógico que con los años y la experiencia fuera creando obras de mayor importancia.
EliminarUn saludo!
Qué manera de engancharnos, Antonio.
ResponderEliminarDespués de leerte no tengo más remedio que leer los relatos de los que escribes.
Un fuerte abrazo :-)
Jajaja...me alegro Miguel Ángel. La verdad es que son relatos más que interesantes, merecen la pena.
EliminarUn abrazo!