El infinito en un junco, Irene Vallejo

 

Portada de "El infinito en un junco", ensayo escrito por Irene Vallejo


FICHA TÉCNICA


Autor: Irene Vallejo

Editorial: Ediciones Siruela

Páginas: 452

ISBN: 9788417860790

Formatos: e-book, tapa blanda y tapa dura 


OPINIÓN PERSONAL


 El infinito en un junco es un magnífico ensayo escrito por Irene Vallejo, filóloga y escritora nacida en Zaragoza en 1979. Vallejo es Doctora en Filología Clásica por las Universidades de Zaragoza y Florencia, centrándose su labor en la investigación y divulgación de los autores clásicos, también colabora en algunos periódicos como "El País" y "Heraldo de Aragón".

El libro ha recibido el Premio Nacional de Ensayo 2020, Premio Ojo Crítico de la Narrativa 2019 y Premio Nacional Promotora de los Estudios Latinos 2019, entre otros.


El infinito en un junco tiene como subtítulo "la invención de los libros en el mundo antiguo". 

De esto, precisamente, trata el ensayo. Nos va contando como fue el origen, como surgieron, lo que hoy conocemos como libros. Como fue ese inicio remoto en los fértiles valles de Mesopotamia y el Antiguo Egipto, que materiales se comenzaron a utilizar y su porqué, y su evolución a través de los siglos hasta llegar a las culturas de las antiguas Grecia y Roma. Todo ello aderezado con anécdotas personales y comparaciones con el mundo contemporáneo, lo que hace más amena su lectura.

A este respecto, antes de continuar, quiero hacer la misma recomendación que recibí yo de mi amigo César Cañete, booktuber que recomendó el libro en su canal de YouTube (si "pincháis" en el enlace podréis ver la magnífica reseña que realizó), que aconsejaba leer el libro "a pequeños trocitos", intercalándolo entre otro tipo de lecturas.

Esto es así porque si pretendemos leerlo "de continuo", como una novela convencional, por ejemplo, puede que se nos haga un poquito denso o nos canse un poco. La forma en que está estructurado, en subcapítulos con un pequeño título en negrita, y luego otras subdivisiones numeradas, permite leer "de número en número", sobre todo, varios de estos fragmentos al día. Además, el tratarse de un ensayo y no tener una trama o intriga que haya que estar siguiendo atentamente, o pendiente, facilita las cosas. Yo así lo hice, cada tarde leía unas cuantas páginas alternándolo con otros tipos de lecturas.

Todo esto, dicho sea de paso, no porque el libro resulte ser un "ladrillo" aburrido o de difícil lectura, todo lo contrario. La obra resulta muy interesante y gustará mucho, como es lógico, a los amantes de los libros, a aquellos lectores que nos gustan los libros sobre libros.

Este ensayo, repito, no solo nos muestra los pasos que se dieron desde la primera vez que un ser humano decidió escribir aquellos primitivos signos y el material que utilizó, sino que también nos muestra, por estar íntimamente relacionados, los orígenes propios de la literatura en general, de como las antiguas obras pasaron de ser orales a escritas, y una infinidad de datos y curiosidades más que harían demasiado extensa esta entrada, como, por ejemplo, el hábito que ya tenemos interiorizado, y que realizamos inconscientemente, de leer "para nosotros", ha sido una transformación surgida en la Antigüedad, antes se leía en voz alta, aunque el lector se encontrara leyendo solo para él.

El libro nos hace viajar en el tiempo, nos sitúa como habitantes o ciudadanos de las antiguas Grecia y Roma, para que podamos entender, como si estuviéramos allí físicamente, como eran los usos y costumbres de la incipiente literatura que esos momentos estaba dando sus primeros pasos. Que personas podía acceder a los libros y las bibliotecas y cuales no, que materiales se utilizaban y como se comenzaba a comerciar con aquellos primitivos libros, como influían estos en la educación y la cultura de los distintos estratos sociales, etc.

Nos encontramos, como decía anteriormente, con numerosas curiosidades, muchas de las cuales me han llamado la atención. Me gustaría compartir algunas de ellas. Por ejemplo, en la Edad Media se le daba una importancia tan grande a los libros, entre otras cosas por la enorme dificultad que entrañaba su fabricación, además de por la importancia de sus contenidos, que los libros se encadenaban a las estanterías o a los escritorios para evitar robos.

A este respecto, un ejemplo, las amenazadoras palabras inscritas en la biblioteca del monasterio de San Pedro de las Puellas de Barcelona, que la autora encontró citadas en "Una historia de la lectura" de Alberto Manguel:

"Para aquel que roba, o pide prestado un libro y a su dueño no lo devuelve, que se le mude en sierpe la mano y lo desgarre. Que quede paralizado y condenados todos sus miembros. Que desfallezca de dolor, suplicando a gritos misericordia, y que nada alivie sus sufrimientos hasta que perezca. Que los gusanos de los libros le roan las entrañas como lo hace el remordimiento que nunca cesa. Y que cuando, finalmente, descienda al castigo eterno, que las llamas del infierno lo consuman para siempre".

¡Tremendo! ¿Imagináis estos "deseos" para aquellos amigos o familiares que no nos devuelven un libro?

Comparto ahora una comentario que dejó el gran escritor argentino Jorge Luis Borges sobre los libros:

"De los diversos instrumentos del hombre, el más asombroso es, sin duda, el libro. Los demás son extensiones de su cuerpo. El microscopio y el telescopio son extensiones de su vista; el teléfono es extensión de la voz; luego tenemos el arado y la espada, extensiones de su brazo. Pero el libro es otra cosa: el libro es una extensión de la memoria y de la imaginación."

En definitiva, el la lectura del libro podemos encontrar citas y pasajes magníficos que nos demuestran que los libros, la escritura, no son un mero objeto físico sin más importancia, o una cuestión baladí, sino que han sido uno de las apariciones más importantes que se han producido en la historia de la humanidad.

Libro muy recomendado, en mi opinión, para toda persona que le guste leer y para los bibliófilos en particular.

Se puede encontrar en:






4 comentarios:

  1. Hola Antonio, muy buena reseña. A mí me gustó mucho también, sobre todo por esas curiosidades y porque lo cuenta de un modo cercano, sencillo, intercalando anécdotas de su vida para atraer al lector. Es una pena que los libros no sean ahora tan valorados como en la antigüedad, como cuentas, hay tanto ocio donde elegir, que el libro, para algunos, siempre es lo último y, a veces, ni eso... Un abrazo. 😊

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    1. Gracias Merche, por leer la reseña y comentar. Siempre es una alegría leer tus comentarios. Un abrazo!

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  2. Buena y amena reseña, Antonio.
    El infinito en un junco es un libro interesante para conocer la historia de la creación de los libros y sus primeros pasos hasta la antigüedad clásica. Contra tu recomendación, no fui capaz de alternar su lectura con otros libros porque me absorbía tanto que era incapaz de dejar de leerlo.
    De entre los extractos que realizas, es maravillosa la historia de la lectura en voz baja con san Ambrosio.
    Un fuerte abrazo :-)

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    1. Muchas gracias Miguel Ángel, por leer la entrada y comentar. La verdad es que es un ensayo muy interesante. Un abrazo!

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