Clásicos rusos con más de cincuenta años de antigüedad

 En el momento de escribir estas líneas acabo de llegar a casa después de haber pasado, entre el período de vacaciones y una intervención quirúrgica (no grave) a la que tuve que someterme, un mes en mi Murcia natal.

Cuando estamos allí nos "hospedamos" en la casa de mis suegros, desde hace ya más de veinte años. Pues bien, mi suegro, ya fallecido, en sus años jóvenes era socio del, no sé si ya desaparecido, Círculo de Lectores. El caso es que creo que no tendría mucho tiempo para leer, pues se dedicó durante toda su vida a regentar y llevar adelante un negocio tan esclavo, y que tan pocas horas libres te dejaba, como era un bar.

Pero al tener que ir haciendo pedidos mes a mes, acumuló un gran número de obras en su casa, algunas con bastante años de antigüedad. De hecho, ya tenía en casa algunas que me traje y que leí en esas ediciones tan antiguas, como "El padrino" de Mario Puzo, "Matar un ruiseñor" de Harper Lee, o "Crimen y castigo" de Dostoievski.

Durante esta última visita me di cuenta de que se me habían "escapado" unas auténticas joyas. Se trata de tres obras (dos de ellas en doble volumen) de los dos más insignes escritores rusos de la historia, Fedor Dostoievski y León Tolstói.


Se trata de las muy conocidas "Los hermanos Karamázov" de Dostoievski, edición de 1969 y las escritas por Tolstói "Ana Karenina" y "Guerra y Paz" (ésta última estoy leyéndola ahora), ediciones de 1965 y 1967 respectivamente, pertenecientes a una colección denominada Clásicos de la Literatura Universal (las siglas que aparecen en la parte baja de los "lomos").

El inconveniente que tiene su lectura, como todas las obras editadas en aquella época, es que el tamaño de la letra es bastante pequeño. El diseño, como se puede apreciar en las fotografías, no tenía nada que ver con los actuales, más sobrio y escueto no podía ser.

Sin embargo, todo ello, junto con la "edad" que ya tienen estos libros, le confiere un enorme valor, según mi punto de vista, si no económico, si como ejemplares antiguos que no todos llegan hasta nuestros días en buen estado de conservación.

Yo, desde luego, los conservaré, además de leerlos, con mucho cariño. Primero para preservar la memoria de mi suegro y, segundo, por si el día de mañana mi hijo quiere conservarlos y tener unos libros casi centenarios.





6 comentarios:

  1. Hola Antonio, menudas joyas te has traído, como dices son una verdadera reliquia, además del valor sentimental.
    Yo solo una vez compré en círculo de lectores, pero no me hice socia, era una buena opción para incitar a leer.
    Gracias por enseñarlos.
    Un abrazo. 😊
    .

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  2. Entiendo el valor sentimental, yo también guardo algunas, pero desde que intenté leer "Oliverio Twist" lo he dejado porque las traducciones están muy desactualizadas.

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    1. Puede ser cierto lo que comentas de las traducciones. Gracias por la visita y el comentario.
      Un saludo.

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  3. Ese tipo de libros posee un gran valor, Antonio.
    No tanto por el que tengan económicamente, sino por el esmero con que se coleccionaron y el valor literario. Leerlos es unir varios mundos: el de la literatura universal, el quien lo atesoró (tu suegro) y el tuyo.
    Un fuerte abrazo :-)
    P. D. Me alegro que la intervención no haya sido grave y confío en que todo vaya bien.

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    1. De acuerdo contigo, Miguel Ángel. Ya digo, cuestan un poco de leer por lo antiguas que son las ediciones, sobre todo el tamaño de la letra, pero poco a poco se consigue. De hecho acabo de terminar la primera parte de "Guerra y Paz", ahora me quedan las "segundas" seiscientas páginas.
      Muchas gracias por tu visita y el comentario.
      Un abrazo!
      P.D.: La intervención fue muy bien, se trató de una hernia inguinal. Además, al hacerse por laparoscopia la recuperación fue muy buena y rápida. Al día siguiente ya estaba en casa.

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