Sobre el blog

El nombre de este blog es un homenaje a mi personaje favorito entre todas las lecturas que llevo realizadas hasta ahora. Algunos lo conoceréis y otros no, me imagino.

Se trata de Leland Gaunt, el propietario del establecimiento Cosas Necesarias, protagonista principal de la magnífica novela del maestro Stephen King, titulada "La Tienda".

El autor es mi escritor favorito, y la mencionada novela es, de entre todas las que he leído hasta el momento de él (no he leído toda su extensa obra, tiempo al tiempo, pero sí bastantes novelas y relatos), la que más me gusta con mucha diferencia.

Es un personaje maravilloso construido de forma excepcional. Resulta fascinante ir observando, según vamos leyendo, como pone en marcha su plan y como va manejando, de forma sutil, los hilos necesarios para que todo discurra según tiene previsto.

Os hablaré de él más detenidamente en una entrada que le dedicaré, dentro de la futura sección del blog "Personajes", dedicada, obviamente, a mis personajes favoritos.

Solamente quería hacer esta entrada aclaratoria, por si alguno de vosotr@s pensaba..."que título más raro tiene este blog".

Antes de finalizar quería dejaros con un fragmento de lo que podríamos considerar como la introducción de la novela, titulada "Tu has estado aquí antes". En ella un narrador llama la atención de un transeúnte y le pide que se acerque, comenzando entonces a contarle chismes y cosas personales, así como habladurías, de muchos habitantes del pueblo. Así como de la inminente apertura de un nuevo establecimiento. Después de un largo rato de explicaciones, el narrador termina de la siguiente manera:

"Echa otra mirada a la calle. Ves a ese chiquillo, ¿no? Ese que viene caminando con la bicicleta y que parece sumido en el ensueño más dulce que ha tenido nunca un chico...Fíjate bien en él, amigo. Creo que va a ser quien lo desencadene todo.

No sé qué va a suceder, ya te lo he dicho. Se llama Brian no sé qué. Su padre es instalador de puertas y revestimientos de paredes en Oxford o South Paris, creo.

No apartes la vista de él, te repito. Fíjate bien en todo. Ya has estado aquí antes, pero las cosas están a punto de cambiar.

Lo sé.

Lo noto.

Se avecina una tormenta."

Genial!

Pues esta introducción se repite, de manera muy original, al final de la novela, a modo de epílogo. Un narrador vuelve a llamar la atención de una persona para comenzar a hablarle de las gentes del pueblo. Aunque en esta ocasión el pueblo es diferente y el nombre del establecimiento...diferente!